La importancia de los ventiladores solares del ático.

Es pleno verano y, durante horas y días, el sol golpea el techo de tu casa. Las mediciones han demostrado que, dadas las condiciones climáticas adecuadas, los materiales típicos para techos pueden alcanzar hasta 150 grados Fahrenheit. Ese calor eventualmente se transfiere desde el exterior del techo al revestimiento. Desde allí, penetra el aislamiento y los materiales de la estructura del techo, elevando la temperatura del ático a un extremo precario.

Pero el verano no es la única temporada en la que el ático se enfrenta a una amenaza. En invierno, cuando las ventanas están bien cerradas, hay mucha menos ventilación para la humedad generada por cocinar, lavar la ropa y duchas. Sin ningún otro lugar adonde ir, ese aire húmedo se acumula en el ático, donde puede provocar una batería de riesgos.

Más allá del costo adicional, el calor y la humedad atrapados pueden terminar causando un daño real a su hogar al fomentar el crecimiento de moho. En casos extremos, el exceso de humedad puede incluso pudrir partes del marco estructural clave que se encuentra en el ático.

Afortunadamente, existe una solución sencilla para los problemas de calor y humedad dentro y debajo del techo. Para ahorrar dinero, una casa más cómoda y una protección confiable para su techo, considere instalar un ventilador en el ático. Diseñado para reducir tanto el calor como la humedad, un ventilador de ático montado en el techo funciona según un principio simple. El ventilador extrae aire caliente a través de un respiradero del techo, aspirando aire exterior más frío a través de los respiraderos existentes ubicados a lo largo de los plafones (en la parte inferior del saliente del techo). Ese intercambio de aire viciado y cálido por aire fresco y más frío alivia la presión adicional que se había aplicado al aire acondicionado. Ahora, el sistema puede funcionar de manera más eficiente y usted puede pagar menos en su factura mensual de servicios públicos.

Una solución para todo el año

Si bien la mayoría de las discusiones sobre los ventiladores del ático tienden a centrarse en sus beneficios durante el verano, la ventilación también puede ser de vital importancia en invierno. Después de todo, es entonces cuando la humedad creada por los eventos monótonos de la vida diaria, por ejemplo, ducharse o lavar la ropa, se eleva a través de grietas y huecos solo para terminar en el ático. Si queda atrapado y no se puede ventilar, la humedad del ático puede provocar el crecimiento de moho o dañar el aislamiento y la estructura.

También hay otro problema menos obvio pero más potencialmente destructivo: las presas de hielo. El espacio del ático suele ser más cálido que la temperatura exterior o del techo. Este calor se transfiere a través de la estructura del techo y puede derretir la nieve acumulada en el techo.

A partir de ahí, la nieve derretida se escurre hasta llegar al alero. Debido a que los aleros no entran en contacto con el espacio del ático, son más fríos y hacen que la nieve derretida se congele. Esto forma una presa de hielo, una cresta de hielo cerca del borde de un techo, adyacente a las canaletas. Más tarde, cuando se derrite más nieve, el dique de hielo evita que el agua se escurra por el techo. Sin ningún otro lugar adonde ir, puede quedar detrás de las tejas y causar pérdidas extensas y costosas y daños en el techo.